Anuário da Indústria de Implementos Rodoviários 2020
28 S iempre dicen que la vida empieza a los 40. En el caso de ANFIR esta frase se trata de una clarísima menti- ra. Al fin, al completar sus cuatro primeras décadas el 22 de mayo, la entidad celebra, sobre todo, los esfuerzos de empresarios y dirigentes acumulados no solamente desde ahora, ni siquiera desde su primer día, pero de todo un sector que surgió bastante antes. Si no fuese por esa larga historia ancestral de desa- rrollo y mucho, pero mucho trabajo – de tantos y todos los pioneros - el sector no lograría constituirse en la potencia actual responsable por la producción de miles de imple- mentos con tecnología y procesos de punta a cada año. No fuese por ellos, no existiría la propia ANFIR, la cual ahora aglutina un universo bien distinto a aquél de mayo de 40 años atrás, cuando dirigentes de las 10 principales empresas del sector de entonces se reunieron en Caxias do Sul (RS) para formar una asociación que tenía el obje- tivo de cuidar los intereses colectivos del sector y ampliar su representatividad y prestigio. Lo lograron, de eso no hay duda. Suficiente es saber que hoy comparten los mismos principios y objetivos más de 130 asociadas y alrededor de 900 empresas afiliadas, ya sean micro, pequeñas, medianas o grandes. “Al principio había una cierta incredulidad de las em- presas porque la cultura del tema asociativo no se difundía tanto. A la medida que pasaron los años, el mote ‘unidos somos más fuertes’ empezó a ganar terreno. En ese pro- ceso, la propia ANFIR buscó ser bastante actuante y crea- tiva en su papel de representante del segmento”, ilustra Norberto Fabris, presidente de la entidad. Ahora, todo ese parque industrial ubicado en 17 es- tados cuenta con 45.500 empleados y una capacidad productiva instalada del orden de 215.000 implementos anuales. En la última década, a pesar de la crisis que derrum- bó la economía brasileña a partir del 2015, el sector sacó a las calles y carreteras brasileñas nada menos que 1.400.000 imple- mentos, y exportó otros 45.000 para más de dos decenas de países de cuatro continentes. Lugares tan lejanos como Camboya, en Asia, u Holanda, en Europa. Nada más el año pasado se negociaron en el merca- do interno 120.500 unidades, 33,6% más que en el año anterior, además de otras 2.700 que siguieron hacia el extranjero. Ese desarrollo representó una receta del orden de 5.1 billones de reales. Las ventas internas crecieron casi 34% sobre 2018, cuando se licenciaron 90.200 unidades. Superando, por lo tanto, proyecciones anteriores de la entidad, estimadas entre 20% a 25%. De igual manera que el mercado de camiones, los protagonistas de ese salto de la industria de implementos son los pesados. En 2019, remolques y semirremolques acumularon 63.500 licencias, volumen 42,1% superior al apurado en 2018, que fue de 44.600 unidades. Los ne- gocios representaron más de 52% de las ventas totales. Con el conocimiento adquirido luego de casi 50 años actuando en el sector, Fabris conoce muy bien su diná- mica, y considera que el resultado del año pasado refleja el ritmo positivo de la economía, aunque aún apunte un desequilibrio entre campo y ciudad en virtud del desarrollo presentado por el segmento de Carrocerías sobre Chasis. Los productos de la llamada línea ligera sumaron poco más de 57.000 unidades - alta de 25,3% respecto a las 45.500 carrocerías negociadas en 2018. Aun así, ANFIR señala que históricamente la proporción de ventas es de 1,8 a 2 carrocerías para cada remolque o semirre- molque negociado. “Eso demuestra una demanda reprimida”, evalúa Fa- bris. “Por causa de esa relación, creemos que los nego- cios relacionados con las operaciones urbanas aún pue- den crecer más.” Existe de esa manera la clara percepción de que 2020 dará continuidad a la recuperación iniciada de forma más tangible a partir de 2018. Fabris, entretanto, prefiere no Frutos de la madurez 40 ANOS | 40 YEARS | 40 AÑOS
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDU0Njk=