Anuário da Indústria de Implementos Rodoviários 2018

65 Desde 2003 la producción agrícola en Brasil sobrepasó los 100 millones de toneladas. Y el año pasado llegó al récord histórico de 240,6 millones. Es un motor en el campo que impulsa, y mucho, la producción de implementos viales y máquinas viales y agrícolas. Para este año, las estimativas de la producción agrícola ya no son de romper algún récord. El Estudio Sistemático de la Producción Agrícola, producido por el IBGE, apunta una producción de 229,3 millones de toneladas. La caída fue difícil, principalmente por reducciones de 0,4% en la cosecha de soya, 12,4% de maíz y 5,5% en la de arroz - tres cultivos que representan el 93,1% de la cosecha brasileña. A pesar del paso atrás con relación a 2017, el investigador del IBGE, Carlos Antônio Barradas, afirma que en 2018 aún se espera tener la segunda mayor cosecha de la serie histórica que empezó en 1975: “En 2017 tuvimos un año un tanto atípico, ya que estuvo favorecido por óptimas condiciones climáticas. Ya en 2018, el clima no debe ayudar tanto. Aun así, todavía no se estima buenos resultados”. Eso ya se refleja en los implementos viales. El COO de la División Montadora de las Empresas Randon, Alexandre Gazzi, estima un crecimiento mínimo de mercado de 15% para 2018, en relación a 2017. “Vivimos el año de 2017 que fue de inflexión de la caída de mercado verificada durante los últimos tres años. A pesar de la inestabilidad política aún muy presente, vemos que el nuevo escenario económico - impulsado por la baja en la tasa de intereses e inflación, y sumado a sectores positivos como el agronegocio - contribuirá para la reactivación de la producción de implementos viales, aun cuando se tiene tasas moderadas y tímidas en relación a lo que se alcanzó en períodos históricos recientes”, comenta. Las ventas de semirremolques y remolques en el mercado nacional sumaron 24.928 unidades en 2017 contra 23.187 en 2016, un crecimiento de 7,5%, señala Anfir. Gazzi también ve con buenos ojos el hecho de que BNDES ofrece condiciones de financiamientos para que las empresas micro, pequeñas y medianas compren implementos viales a través del Finame con hasta 100% del valor del bien. “Los recursos del BNDES siempre fueron y siguen siendo el mayor soporte financiero para el aumento de los negocios, especialmente en un segmento como el nuestro, de equipos pesados, de alto valor agregado. Sin embargo, creemos que otros mecanismos de financiamiento vienen surgiendo naturalmente conforme las tasas de intereses van bajando, como lo son el CDC, leasing y consorcio”, comenta Gazzi, quien también menciona como opción a los bancos de montadoras e instituciones de servicios financieros, como el propio Banco Randon. Librelato - que fabrica remolques, semirremolques, bitrenes, tritrenes, trenes de carretera y carrocerías - vendió el año pasado 3.552 productos para transporte pesado y aproximadamente 500 para livianos. Este año la expectativa es crecer 20%, según José Carlos Sprícigo, CEO de la empresa: “La economía empieza a dar señales positivas de reactivación con la tendencia de baja de los intereses, expansión económica de sectores que estaban estancados desde hace dos años - como el forestal y siderúrgico, mayor rentabilidad del sector agrícola en el presente año, fuerte necesidad de renovación de la flota de carretas”. Al entender del ejecutivo, hay otros factores positivos que señalan un periodo más favorable, y solamente uno que aún puede generar alguna sombra de inseguridad y disminuir el ritmo de crecimiento: las elecciones de octubre. A pesar de la confianza del sector en otra buena ayuda que venga desde el campo, las ventas de máquinas viales y agrícolas aún no reflejan ese ambiente. Durante los dos primeros meses de 2018 se negoció 4 mil unidades, 30% inferior al mismo periodo del año pasado, según Anfavea. Pero el desempeño de la producción señala que la curva es ascendente: en lo acumulado del primer bimestre se fabricó 6,6 mil unidades, 1,4% más que durante los mismos meses de 2017. Durante todo el año pasado, las ventas de máquinas viales y agrícolas llegaron a las 42,4 mil unidades. Elisangela Lopes, asesora técnica de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil – CNA – dice que, aunque la producción para 2018 tenga una previsión un poco menor, la demanda logística sigue enorme para el agronegocio. “Desde que la producción llegó a los 180 millones de toneladas, ya no teníamos una infraestructura adecuada para darle salida a la producción”, comenta. Según ella, en 2009 la producción era de 108 millones de toneladas - soya y maíz principalmente - y 84% eran exportados por los puertos de Santos (SP) y Paranaguá (PR). Hoy en día la concentración permanece en estos dos puertos – cayó apenas para el 80%. Ella comenta que esto sucede porque muchas veces algunas autopistas están en malas condiciones - lo que lleva a priorizar ciertas vías - o que el acceso de los camiones a otros puertos brasileños, hidrovías y redes ferroviarias aún no está listo. “En ese sentido, la CNA sugiere como prioridades la finalización de 83 kilómetros de la BR-163, el derrocamiento del Pedral do Lourenço (parado por temas ambientales), autorizaciones para el uso de terminales de uso privado en las regiones Norte y Noreste, arrendamientos en los puertos públicos de terminales, la licitación de Ferrogrão aun este año, y la pavimentación de la BR-020 para dar salida a los productos del oeste de Bahia”, lista. “Desde el momento en que la producción alcanzó las nuevas fronteras agrícolas, no encontró infraestructura suficiente para darle salida a los productos. Una de las soluciones también es tener más autopistas de concesión. Para estas, nuestro pleito está orientado más hacia el aumento de concesiones y al modelo, el cual deba abaratar más las tarifas de peaje y les dé más seguridad jurídica a los inversionistas”, analiza. La cosecha agrícola actual debe ayudar nuevamente a los sectores de implementos viales, máquinas viales y agrícolas, aunque con suave paso atrás en la producción de granos Impulso correcto

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