Anuário da Indústria de Implementos Rodoviários 2021

33 Aunque la pandemia ha cambiado drásticamente el ritmo de la economía, la industria de los implementos ha mostrado un gran poder de reacción. ¿A cuáles factores en especial usted les atribuye el desempeño de 2020? Nuestra industria estaba preparada para la crisis sin ni siquiera saber que vendría. El motivo es sencillo: después de tres años de retracción, los empresarios del sector - eje- cutivos experimentados y endurecidos por haber vivido otras situaciones difíciles en el pasado - habían hecho la tarea. En otras palabras, las empresas habían buscado reducir sus costos, volver sus operaciones más eficientes con ganan- cias en la productividad. Entonces, cuando los efectos de la pandemia empezaron a surgir en la economía, la industria no sufrió tanto como podría haberlo hecho. Claro que nadie puede decir que pasó ileso por esta crisis, eso era impo- sible. Pero el haber hecho la tarea, motivados por los tres años de la crisis anterior, marcó una diferencia a favor del sector productor de implementos viales. ¿Algún otro aspecto? Además de esa preparación no intencional, ya que en realidad nadie imaginaba las consecuencias de la pan- demia en la economía, el buen desempeño de la agroin- dustria es otro ejemplo. Esa actividad es responsable por más del 40% de los negocios en el segmento de pesa- dos. Otra actividad económica que influyó bastante fue la construcción civil - con la reactivación de lanzamientos residenciales y obras de infraestructura, y el transporte de medicinas y alimentos, el cual no se interrumpió incluso con la cuarentena y aislamiento social. La economía brasileña prácticamente se pa- ralizó en el segundo trimestre del 2020. En aquel momento, ¿qué mensaje les envió a las empresas fabricantes de implementos y colaboradores? Mira, fue un momento bastante difícil para todos no- sotros. La retracción del mercado en el primer semestre señalaba el 13%. Pero ya en aquel entonces la agroin- dustria señalaba que podría, como al fin lo hizo, ser uno de los factores de reactivación de la industria. Había otro aspecto, no registrado en las estadísticas, pero conocido por todos, que es el movimiento pendular de la actividad económica motivado por el equilibrio entre producción y abastecimiento. En resumen, luego de un periodo de caí- da en la producción es natural que los stocks de todas las mercaderías se agoten naturalmente por falta de re- posición. Esa situación acaba por forzar a las empresas a retomar los pedidos, aunque tímidamente, para evitar desabastecimiento y la consecuente pérdida de mercado en la punta en donde se encuentran los consumidores. Pero la cuarentena y el aislamiento social difi- cultaron bastante las actividades del sector... Sin embargo, no eran medidas imposibles de atender. Las empresas asociadas a la entidad buscaron informacio- nes confiables junto al sistema de salud para saber qué acciones podían tomar a fin de reactivar su producción de forma responsable y segura. En ese periodo ANFIR dio a conocer todas las iniciativas tomadas por sus empresas asociadas, actuando como una plataforma extra de disemi- nación de las mejores y más seguras prácticas adoptadas por la industria. O sea, lo que una empresa adoptó y sacó a la luz para lograr una producción más responsable pudo ser conocido por todas. Las que pudieron adoptarlas, se- gún su conveniencia, ampliaron aún más la base productiva segura. En ningún momento de la crisis se dejó de lado la preocupación con el bienestar de nuestros colaboradores y sus familias, lo que explica como la busca y diseminación de informaciones sobre las prácticas seguras y responsa- bles se apoderó de un segmento con aproximadamente 140 empresas asociadas. Por lo tanto, si pudiera resumirlo, diría que el mensaje que ANFIR le envió al sector fue, en primer lugar, ¡la esperanza! Incluso con el resultado inmediato de un mal desempeño. También la confianza en las medidas de prevención indicadas por las autoridades de salud. Y el coraje para juntos, una vez más, superar la crisis. En un primer momento, ¿qué escenario imagi- nó para el mercado brasileño a fines del 2020, tras el caos que se había instaurado en abril y mayo? ¿Era posible creer, de veras, en una reacción satis- factoria como la que vimos? Inicialmente fue una sorpresa constatar la disminución del ritmo del mercado, justo en un año que contábamos que sería de recuperación. Los dos primeros meses indicaban que los tres años de crisis habían quedado hacia atrás. En aquel momento nadie podía predecir que la pandemia ten- dría ese efecto paralizador y afectar directamente las ope- raciones del mercado de implementos viales. Los meses siguientes fueron de suspenso general, porque las ventas se vieron reducidas. Pero en agosto surgieron las primeras señales de disminución de la caída del mercado, y con eso se pudo hacer las primeras previsiones un poco más opti- mistas. Nadie en aquel entonces pensaba culminar su año con saldo positivo o a cero, y estimar caída total por debajo del 10% era la mejor noticia que teníamos. Pero, mes tras mes, con la reacción constante de nuestro mercado las pre- visiones mejoraban y delante de tales indicadores se hizo posible imaginar el escenario que tuvimos, o sea, equilibrio en el volumen de licencias entre los dos años. Algunos sectores de la industria, luego de drástica caída en sus ventas, tuvieron que reducir su número de empleados a lo largo del segundo semestre de 2020. ¿Las empresas de implementos han sabido administrar mejor esa situación? ¿Cuál es el saldo de la mano de obra en el sector? La industria de implementos viales no tuvo que to- mar tales medidas. Esto sucedió porque el sector enfren- tó la crisis generada por la pandemia con sus unidades industriales y administrativas ya adaptadas en lo que se refería al personal. Las medidas de reducción se habían tomado a raíz de los tres años anteriores de crisis. Por ende, nuestras operaciones ya se encontraban adecuadas y poca gente fue despedida. Con la reactivación gradual en los negocios, las empresas empezaron a contratar. Así

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